Love music.

miércoles, 11 de junio de 2014

Llanto silencioso.

Perderme en tu cuerpo cada noche y encontrarme cada mañana en tus labios, mirarme en el espejo de tus ojos al despertar y sentir que me desvanecía en milésimas de segundo. El miedo más grande me aterraba cuando veía la ocasión perfecta. Me solía aferrar ingenuamente a la idea de que las despedidas para siempre no existían, solía auntoconvencerme de que el amor eterno era posible y real, pero el dolor me sorprendió cuando vio la oportunidad y allí me hallaba yo, en un llanto que no cesaba, un llanto silencioso que no llamaba la atención de nadie a pesar de que mis ojos gritaran lo que mi garganta y mis cuerdas vocales no eran capaz de decir, allí estaba, conectada a una máquina llamada corazón que latía sin casi sentido alguno muy a mi pesar, que me mantenía viva cuando lo único que quería era desaparecer. Lo que realmente me daba la vida era el sonido de tu respiración, el de tus latidos, el hecho de saber que estabas vivo y que permanecías a mi lado. Tu forma de vivir la vida, digamos, que era contagiosa y ahora el tratamiento del doctor dolor la ha hecho desaparecer.

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