Ese instante, esa fracción de segundo que me hace sentir única para ti.

Recuerdo con nitidez ese instante, esta grabado a fuego en mi cabeza, es como una fotografía guardada dentro de mi y vivo con la duda si también te pasa a ti, si también recuerdas ese momento y sonríes al hacerlo. Y es que esa imagen, que si cierro los ojos parece que la vivo otra vez, graba unos de los momentos en los que me sentía la persona más feliz de este mundo. Son más bien, varias imágenes que se componen de segundos, pero son unos segundos bien aprovechados, maravillosos, que no combaría por nada, es más daría todo por vivirlos otra vez, algo similar o mejor.
Tu, yo, lo demás a desaparecido, la gente los edificios, todo, solo estamos tu y yo en la calle, separados por un metro de distancia, que poco después se evaporara, nos miramos, mis ojos dicen demasiado, desvelan y destapan eso que llevo por dentro, mi total sinceridad en el sentimiento de amarte y tener ganas de ti, y tu mirada dice mucho, dice que tiene ganas de besarme y de hacerme tuya, en respuesta a lo que mis ojos dicen, entonces te acercas y ese metro ¡plas! se lo lleva el tiempo en una milésima de segundo, ahora  estas tan cerca que puedo sentir tu respiración en mi cara, no se como lo conseguiste pero no estaba nerviosa es más nunca me había sentido tan bien, tan agusto...  miro unos centímetros más hacia arriba para encontrarme con esos ojos verdes que enamoran, y así es, se encuentran, y nuestras miradas se sostienen durante varios segundos, llenas de amor, de felicidad, ¿sabes? pararía el tiempo en ese instante, me quedaría así tanto cuanto pudiese, porque ese instante, esa fracción de tiempo me tiene retenida y enamorada.

Y si, eso debería haber acabado con un beso dulce que saciara todo este tiempo sin vernos, pero algo hizo que no fuera así, algo nos detuvo, quizá fue el destino que nos tiene preparado un final mucho más bonito para esa escena, quizá nos depare un reencuentro más apasionado. Y yo solo espero que así sea.