¡Que te den maldito idiota, haberme sabido valorar!

Y ahora eres tú el que te quedas ahí y con la cara desencajada viendo como me marcho sin mirar atrás y sin preocuparme por como te pueda afectar mi marcha. Te di una oportunidad, fui detrás tuya como una auténtica estúpida, pero se acabó, he aprendido a vivir sin ti, tú... supongo que también lo superarás.

Y si te soy sincera... desde que me hiciste daño, empecé á olvidarme de ti, y cuando lo conseguí, volví para enamorate y hacerte ver lo que se siente cuando estas enamorado y te dejan tirada como a una colilla.