~ Me preguntó si me podía besar de nuevo. Estábamos al lado de una fuente en una plaza llena de gente, aunque lo que más se escuchaba era el sonido del agua cayendo con fuerza contra el fondo repleto de monedas. Yo, sin embargo, lo único que oía eran los latidos de mi corazón. No sé si llegué a responderle, pero no hizo falta. Quería que me besara y me besó. Las gotitas de agua que salpicaban de la fuente mojaban mi pelo y mi cara, pero eso no era lo que más escalofríos me provocó. Sus labios en mis labios, sus manos en mi cintura, su cuerpo tan cerca del mío... Uff. En el beso, abrí los ojos un instante. Él mantenía los suyos cerrados. Es una sensación tan increíble ver al chico al que besas entregado a ti… Y me sentí feliz. Muy feliz.
~Es muy duro que te rechacen. Yo lo sé bien. El desamor es una de las peores cosas que existen en la vida. Tú pones todo de tu parte y te entregas por otra persona. Tu corazón se descontrola y no puedes hacer nada por evitarlo. Pero si esa persona no siente lo mismo que tú, el mundo se te cae. Todo se derrumba. Es tal la sensación de angustia que apenas te deja respirar. Y se forman esos nudos tan famosos en la garganta y en el estómago.
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