Love music.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Se trata de recordar sin que duela~

Intenté con todas mis fuerzas, aunque fueran pocas las que me dejaste, sacarte de mi cabeza, intenté que tu recuerdo no me golpeara fuertemente a altas horas de la madrugada, como era de costumbre, entonces para tranquilizarme tenía que salir a la calle y mirar la estrellas, respirar ese aire puro que llegara a mis pulmones en una bocanada de aire, si, ese que aire que hace un tiempo respirábamos juntos, por eso la verdad es que es inútil salir para intentar olvidar que te fuiste, es inútil porque cada lugar y cada rincón guarda uno de nuestros recuerdos, y todo me recuerda a ti; mirar las estrellas, que era lo que más me gustaba antes, ya no es lo mismo, eso también lo hacíamos juntos y hacerlo sola es muy diferente.
Me cogías la mano y echabas a correr, y de vez en cuando mirabas hacia atrás para ver si te seguía, no querías perderme, y ahora soy yo la que se pregunta que ha hecho para que esta historia acabe tan mal, para que te hayas ido sin más, sin apenas una explicación, dejando una nota que tan solo ponía: "Me voy, ya no puedo ser feliz aquí, no me busques, no quiero que lo hagas, solo intenta olvidarme" y a su lado dejó una rosa marchita que cogimos una de esas noches que salimos en la madrugada a ver brillar las estrella sobre nosotros y a respirar aire puro y lleno de amor, a abrazarnos bajo la luna, y decir en un susurro, casi sin oírse, pero lo suficiente mente fuerte como para que yo lo escuchara: "no te voy a soltar nunca", puedo jurar que oí aquello, que no confundí ninguna palabra de esa frase , pero ahora si dudo haberlo hecho.
También dejo en su despedida, encima de esa mesa en la que tantas veces habíamos desayunado juntos y él me había preparado mi desayuno preferido, una foto, pero no cualquier foto, si no esa que estaba enmarcada, nuestra foto preferida, con un "te quiero" escrito con su puño y letra en una de las esquinas. En ella estábamos tumbados sobre el césped de ese parque al que solíamos ir siempre, cogidos de la mano, yo mirando al cielo, sonriendo, sintiéndonos los más afortunados por tenernos.  Anhelo ese momento, el tenerte cerca cada segundo, el que seas mio y el yo ser tuya, vaya que si lo anhelo... No se... pero en esa foto se le veía feliz, él me miraba a mí y sonreía, era una de sus más sinceras sonrisas, de esas que a mi me enamoran, y esta grabada, inmortalizada en esa foto, duele mirarla, porque parecerá raro que sonriera por tenerme y ahora se haya ido sin decir a donde, yo seguiré buscando cual fue mi error, aunque ahora que me paro a pensar ¿ese error existe? ¿ o es que tan solo se cansó de mi, no me supo valorarme tal vez?
Detrás de esa maldita foto ponía: "quema todos nuestros recuerdos, quema todo aquello que te recuerde a mí, olvidame, seguro que no te resulta tan difícil, yo lo haré, empezaré de cero sin que tu bonita sonrisa me haga recordar que te amaba. Pd. Nunca dejes de sonreír, más de uno se enamorará de tu sonrisa, yo lo hice..." Y me pregunto; ¿¡cómo puedes pedirme que te olvide!? no es nada sencillo no echar de menos escuchar tu voz... nada sencillo, ¿¡sabes?! Pero tranquilo, que algún día seré capaz de hacer lo que me pides, es más, parece que hoy me he armado de valor para intentar olvidarte, a las cuatro en punto de la madrugada, una como otra cualquiera del mes de mayo, pero para mi es diferente, me siento más fuerte, seré capaz de hacerlo hoy, porque hasta ahora intentar olvidarte era recordarte con más fuerza y saber que era imposible, pero hoy siento algo diferente, tengo fuerzas para seguir adelante como tu me pediste.
Me acerqué al cajón de mi mesilla de noche y saqué la rosa marchita que aún conservaba parte de su aroma,  la foto que guardaba uno de nuestros momento felices juntos y la nota que aún dolía tanto mirar... Pronto dejarían de cumplir esas funciones, después de un año seré capaz de destruirlas  y borrarlas de mi vida, dejarían de tener valor para mí, se reducirían a cenizas aquella noche.
Sentada en ese columpio, donde me columpiabas suavemente y donde tantas veces me habías besado de formas diferentes; con amor, con pasión, con dulzura... Encendí una cerilla y la puse sobre aquel montón de recuerdos, vi como ardían, en ese instante sentí ser libre y eché a correr sin rumbo fijo, salí de aquel lugar en el que todo me recordaba a ti con el fin de no hacerlo más, de no derramar ni una lágrima más pensando; "ya no está", con fin de no volver más a ese maldito sitio, y si algún día lo hago, será el día en que no duela mirar ese parque, respirar ese aire, mirar las estrellas desde ahí, será pronto te lo prometo, se que puedes sentir mi promesa, lo sé, y lo haré igual que he sido capaz de quemar todos estos recuerdos que antes no podía ni mirar, pero tiempo al tiempo. Y seré capaz no de olvidarte, sino de recordar todo aquello que vivimos y recordarte a ti sin dolor, seré capaz de sonreír al imaginar nuestras escenas; besos, risas, abrazos y demás. Todos esos momentos no serán nada que duela, quedará como un bonito recuerdo, como una bonita historia con un final no muy feliz, y es que al fin y al cabo dicen que todo tiene su final, nuestra historia ya tiene el suyo.




Primera parte de una historia con un final no muy feliz.

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